5/10/2009

Argentinos….ustedes dirán” (2da parte)

el martes, 07 de abril de 2009 a las 23:06

Hace ya casi 16 años, el 18 de agosto de 1993, se publicó un articulo que escribí para el diario La Prensa y al releerlo en estos días, observé que era tanta su vigencia, que elegí compartirlo con Uds., en esta nota. Como hiciera en la nota de hace unos dias, titulada “argentinos…Uds. dirán”, donde reiteré, sin tocarle ni una sola coma, una carta de la Argentina a los argentinos, escrita en abril de 1990, en ésta oportunidad haré lo mismo, para que - desde mi interpretación - nos permita ver y abrirnos a la posibilidad de generar el contexto necesario para provocar un accionar distinto, que nos comprometa con un cambio. El articulo, que se titulaba: “¿Y la estabilidad moral?”, decía:“En función de los esfuerzos realizados por el pueblo y sus gobernantes a fin de lograr las estabilidades institucionales y económicas, para poner el país en condiciones de aspirar a un crecimiento digno; me permito sugerir que tengamos en cuenta, que al margen de las muchas medidas que aún deben instrumentarse y concretarse en hechos para consolidarlas, hay una estabilidad sobre las que deben asentarse las demás y su inexistencia, puede llevarnos a la triste conclusión de haber construido “castillos en el aire”.Esa estabilidad, es la moral.Conseguir que el conjunto de normas que regulan nuestro comportamiento, que dirigen nuestras conductas y deben dirigirse hacia el bien, se dirijan hacia el bien y esto ocurra de una forma permanente.Que fácil de decir y que difícil de hacer. De lo que no tengo dudas, es que hay que hacerlo. Y es un esfuerzo que debemos hacer todos, porque es en beneficio de todos y nos conviene a todos.Si coincidimos en el enfoque del tema, será una obviedad acordar en la “necesidad y urgencia” de abordarlo y aunque no sea posible intercambiar ideas, por lo menos aportarle las mías, para provocar un examen de conciencia sobre nuestras conductas y comportamientos en las cosas de todos los días, en las mas simples y por eso las mas importantes.Bases de reflexión:• Pensar en lo que hacemos nosotros y no los otros.• Recordar que “los otros” de los otros, somos “nosotros”.• Darnos cuenta que , si esto es así, esperar el ejemplo es no empezar nunca- nadie y dar el ejemplo es empezar todos - yaReflexiones:• ¿Cumplimos con nuestras obligaciones en la misma medida que exigimos que las cumplan los demás ¿o esperamos a ver como las cumplen primero los demás?• ¿Respetamos el derecho de los demás de la misma forma que exigimos respeto por nuestros derechos ¿o creemos que nuestros derechos, como son nuestros, son mas importantes y están primero que el de los “otros”?• ¿Somos concientes que nuestros derechos terminan donde empiezan los derechos de los otros, ¿lo ponemos en práctica o simplemente lo enunciamos?• ¿Tenemos conciencia que cuanta más sea la libertad de la que gozamos para ejercer nuestros derechos, más debe ser la responsabilidad con que la ejerzamos ¿o creemos que ser libre significa que podemos hacer lo que se nos dé la gana, sin responder por las consecuencias de los abusos que cometamos, en perjuicio de la libertad de los demás?Si luego de haber reflexionado sobre estos puntos, llegamos a la conclusión que entre lo que hay que hacer y lo que realmente hacemos, hay un largo camino por recorrer; si aceptamos con honestidad que nos falta coherencia, habremos dado el primer gran paso, para la reconversión moral”Una reconversión, que es mucho más difícil que las demás, ya que no hay leyes que la regulen, ni organismos que la controlen. El control y la ley están en nosotros mismos. Nadie nos va a exigir que respetemos al prójimo, que pidamos “por favor” y digamos “gracias” al recibir, que escuchemos la opinión de aquel con quien disentimos, que seamos coherentes entre las verdades que predicamos en la teoría y las actitudes que llevamos a la práctica.La reconversión moral es un proceso fundamental para que la Argentina cambie en serio. La decisión esta en cada uno de nosotros. Debemos recuperar los valores éticos del “deber ser”, la consecuencia con nuestros principios y el respeto hacia los demás.Si comprendemos, que no todo lo que se puede hacer, se debe hacer; si aceptamos que hay conductas inmorales más allá de que sean legales, tendremos la autoridad moral de reclamar y exigir. No esperemos el ejemplo. Demos el ejemplo. No busquemos modelos. Tratemos de ser modelos. Es un esfuerzo diario que debemos imponernos cada día, una consigna: ser mañana mejores que hoy. Sin comparar con nadie más que con nosotros mismos.La suma de los cambios individuales de comportamientos, de conductas, de actitudes dirigidos hacia el bien, producirán la reconversión moral que necesitamos con urgencia para que todo el esfuerzo y sacrificio puestos en el logro y consolidación de las estabilidades políticas y económicas, tengan sustento real y continuidad.Sin estabilidad moral, todo habrá sido en vano. No esperemos el ejemplo de “arriba”, porque también será en vano. No esperemos el ejemplo de “los otros” porque ellos pueden también esperar el de los otros y esos somos “nosotros” y como le dije antes, no empieza nunca nadie.Disculpen esta nota que se me ocurrió y parece -o no tanto -extrapolada de la realidad, pero estoy harto de escuchar a los profetas de la moral y ver la hipocresía a través de sus conductas inmorales. Ellos no creo que cambien, salvo que nosotros tengamos la autoridad moral para exigírselo y esa autoridad, la da el ejemplo.”Seguramente trayendo aquel observador de la realidad - que fui hace 16 años - a hoy, pude haber realizado algunos cambios, de forma, pero no de fondo. Queda a la consideración de ustedes.

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